A hierro mata, a hierro muere...

Un cazador profesional sudafricano y dueño de una compañía de safaris murió durante una cacería en Gwai, Zimbabwe, aplastado por un elefante.

El hombre se topó con con una hembra y sus crías y no pudo salir airoso de esa situación.

Theunis Botha, de 51 años, había disparado a tres de las crías que embestían contra ellos cuando un cuarto animal lo envolvió con la trompa y lo levantó al aire.

Un integrante de la expedición intervino para salvar a su compañero abriendo fuego contra ese elefante, que cayó encima de Botha, provocándole la muerte.

Botha era amigo de Scott van Zyl, otro cazador profesional sudafricano. El mes pasado, sus restos mortales fueron encontrados en el estómago de dos cocodrilos que lo habían devorado durante una cacería en Zimbabwe. Un grupo de biólogos encontró restos humanos dentro de los animales y al analizar su ADN descubrió que pertenecían al cazador.