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2 de junio de 2017

Este mes comienza la exhumación de los 123 soldados argentinos sepultados en las Islas Malvinas

La Cruz Roja Argentina anunció que comenzará este mes. Enterate cuáles son los objetivos y mecanismos del procedimiento.

En diciembre de 2016 los gobiernos de Argentina y Reino Unido le confiaron al Comité Internacional de la Cruz Roja (CICR) la exhumación e identificación de los 123 soldados argentinos sepultados en el cementerio de Darwin en las Islas Malvinas. Se trata de un Plan de Proyecto Humanitario (PPH) que comenzó a ejecutarse desde hace varios meses y que está compuesto por tres fases.

La primera, consistió en labores logísticas, legales, políticas y administrativas en las Islas. Laurent Corbaz, jefe del plan, mantuvo contacto previo en Malvinas con gente local, contratistas y autoridades políticas y religiosas. "Recibimos el mandato de identificar los soldados y estamos orgullosos y felices de hacerlo. Viajé dos veces y estoy confiado de que la aceptación está asegurada", dijo el líder del proyecto.

Corbaz explicó que la primera fase fue de gran importancia antes de comenzar el trabajo de excavación de las tumbas, ya que sirvió como base para avanzar en el plan. Era necesario, por ejemplo, asegurarse de que el sitio tuviera las condiciones básicas necesarias para que la estadía de los expertos sea lo más confortablemente posible. Había que asegurar, además, el suministro de agua y electricidad, el alojamiento y los traslados del equipo. En ese sentido, señaló que por las duras condiciones climáticas de las Islas, instalarán contenedores cerca del cementerio en los que montarán un laboratorio temporario para trabajar con las muestras.

Lo cierto es que a partir del próximo 19 de junio comenzará la fase 2 del proyecto y acaso la de más relevancia: la exhumación de las 123 tumbas en el cementerio de Darwin.

La delegación estará conformada por 12 expertos, de los cuales dos fueron propuestos por el Gobierno argentino y contratados por el CICR. Se trata de integrantes del Equipo Argentino de Antropología Forense (EAAF), Luis Fondebrider y Mercedes Salado. Los profesionales -así como quienes los reemplazarán durante las tareas- fueron seleccionados entre una larga lista enviada por ambas naciones. Fue el CICR quien eligió a los profesionales que llevarán adelante esta causa humanitaria. Por parte del Reino Unido, las tareas fueron encomendadas a John Clark y Jon Sterenberg. Moris Tidball-Binz es el coordinador forense del CICR y jefe adjunto del plan.

Entre los detalles de la excavación, Corbaz explicó que se tomarán dos pequeñas muestras óseas en los contenedores y luego serán enviadas a un laboratorio a Córdoba. Del total de los restos recolectados, un 30% será enviado al Laboratorio de la Universidad de Santiago de Compostela, en España, y al Laboratorio de Genética Forense de la University of Central Lancashire, en Preston, Reino Unido. "El objetivo es asegurarse de que el muestreo cumple todos los protocolos", sostuvo el experto, quien dijo que esta constituirá la etapa 3 del plan.

Remarcó que hasta el momento el Gobierno argentino consiguió el visto bueno de una gran cantidad de familias (según la secretaría de Derechos Humanos son 95 las familias que ya dieron su consentimiento), aunque se abstuvo de dar el número exacto. "Hay familias que no desean que su familiar sea identificado. No hay un número fijo. La idea es contactar a la mayor cantidad de familiares y esperamos que ese número crezca", agregó Corbaz. "Haremos lo posible para darle resultados positivos a quienes esperan desde hace tantos años saber dónde están sus seres queridos", dijo.

Lorenzo Caraffi, jefe de la Delegación regional para Argentina Brasil, Chile, Paraguay y Uruguay, a su turno agregó que además de las muestras es de gran importancia los datos "antemortem". Esto son las características físicas de los fallecidos antes de morir y que son suministradas por los familiares. Esto, dijo, contribuirá a una identificación más rápida y precisa de los caídos.

Entre otros detalles, aclaró que los informes finales serán confidenciales y comunicados tanto a ambos gobiernos como a los familiares. Además señaló que la zona de excavación será restringida al público en general y se comprometió a que las tumbas -una vez concluyan las exhumaciones- serán restauradas de manera similar a como estaban. "El cementerio será respetado y tratado con la mayor dignidad. No vamos a cambiar las tumbas ni las cruces", sentenció. Se excavarán entre una y tres por día, que se cerrarán ese mismo día, inmediatamente extraídas las muestras.

Al ser consultado por la elección del mes de junio para iniciar las excavaciones (pleno invierno austral) explicó que lo hicieron por recomendación de la propia gente de la isla. Es temporada baja en cuanto al turismo y las diferencias del clima respecto al verano no son significativas. "Además, los contenedores no estaban disponibles entre septiembre y marzo y la asistencia sólo se podrá recibir en invierno", aseveró.

El plan humanitario será costeado por los dos gobiernos y tendrá un costo aproximado de 1.5 millones de dólares. Contarán con la ayuda del coronel británico Geoffrey Cardozo, quien estuvo a cargo de la construcción del cementerio, pero será una ayuda externa y no formará parte del team. "Nos va a dar indicaciones y el plano del cementerio", añadió. Reveló que los restos, que hoy están enterrados en tres bolsas (se hizo de esa manera para preservarlos), serán nuevamente inhumados en cajones. "Lo que hagan después los familiares con los restos no es parte de nuestra tarea, sino una decisión privativa de cada familia", afirmó.

El encargado del PPH calcula que el trabajo en el cementerio culminará en agosto y que los informes serán entregados hacia fin de año. Entre otras cosas, contó que saben que una de las tumbas tiene más de un cuerpo aunque no tienen la certeza del número. "Eso lo sabremos con las muestras del ADN", agregó. Antes de empezar los trabajos en el Cementerio de Darwin, los representantes del Comité mantuvieron reuniones con la Cancillería, el ministerio de Justicia, Presidencia de la Nación y la secretaría de Derechos Humanos.

Corbaz, habló de la contención a los familiares y explicó que están entrenando a personal para que sepan cómo comunicar los resultados obtenidos. "Es siempre doloroso. Es esencial que cada familia pueda hacer su duelo. Sabemos que algunos no tendrán respuesta", expresó el experto quien dijo que es necesario hacer una suerte de monumento o ceremonia en honor a los caídos que no hayan podido ser identificados. "Hacer algo como el monumento al Soldado Desconocido en París", aconsejó Corbaz.

En abril de 2012, el CICR recibió una solicitud del Gobierno argentino para que facilitara la identificación de los restos humanos de los soldados argentinos no identificados sepultados en Darwin. Una causa humanitaria que el veterano Julio Aro -de la Fundación No me Olvides de Mar del Plata-, junto a madres de caídos y el apoyo de una periodista de Infobae llevaron adelante desde 2008. Tras años de trabajo- con el fundamental apoyo del músico inglés Roger Waters, quien le llevó la inquietud a la presidente Cristina Fernández de Kirchner- y varias negociaciones entre Argentina y el Reino Unido, finalmente se acordó la intervención en noviembre del año pasado.

Laurent Corbaz trabajó más de 30 años para el CICR, tanto en el terreno como en la sede, en Ginebra, en varios puestos en África, Medio Oriente, Asia y Europa. Como director regional, fue responsable de iniciar una misión humanitaria en Ucrania, en respuesta al conflicto que se desencadenó en el en 2014 y que continúa hoy en día.



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