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Imposible de calcular parece ser el número de muertos que la ola de frío dejó en Europa, ya que la cantidad de víctimas aumenta de manera proporcional al descenso de la temperatura. Mientras se espera un respiro en los próximos días, desde el fin de semana, la helada volverá a arreciar. En Polonia se registró un nuevo récord histórico de frío.

Seis ciudadanos checos muertos, dos fallecidos en Eslovaquia, 17 en Polonia y al menos 38 en toda Europa son sólo algunas de las cifras que dejó desde el sábado la ola polar que azota buena parte del continente, donde los paisajes quedaron reducidos a montañas de hielo y nieve, con ríos congelados y todo tipo de dificultades.

Récord polaco

Las autoridades de Polonia detallaron que el fin de semana pasado murieron al menos 17 personas, aunque la cifra llega a 65 si se tiene en cuenta la ola polar iniciada en noviembre último.

Además, el país registró un nuevo récord de temperatura baja, ya que en el municipio Czarny Dunajec, en el sur, alcanzó los 42,9 grados bajo cero. Cerca de allí, en el pueblo de Jablonka, los termómetros también bajaron hasta los -42 grados.

Según las previsiones, para los próximos días se espera la entrada de aire caliente, lo que le dará un respiro a Polonia, aunque será demasiado breve, ya que le seguirá aire frío proveniente del norte que hará recrudecer las heladas.

Donde también fueron superadas las marcas mínimas históricas fue en Hungría, ya que el termómetro cayó hasta los 28,1 grados bajo cero, mientras que en la capital, Budapest, también fue batido el récord, con 18,6 grados negativos.

Este país es uno de los más castigados por la ola polar de los últimos meses, donde desde noviembre murieron más de 80 personas, de las cuales, la mayoría era indigente.

Por su parte, en el noreste de Bulgaria unas 75.000 viviendas se quedaron sin servicio eléctrico, mientras que las nevadas bloquearon varias rutas.

Tragedia en Italia

En la península, la cantidad de muertos aumenta minuto a minuto, al igual que las complicaciones para desarrollar la vida con normalidad. En especial, el centro y el sur del país sufrieron penurias por las nevadas que obligaron a cerrar escuelas en la zona de Pescara, donde el aire frío volverá a aumentar el fin de semana, deparando un mayor descenso de la temperatura y obligando a tomar todos los recaudos posibles para evitar que la tragedia sea aún mayor.