La CIA delineó, luego del inicio de la guerra de Malvinas, en 1982, un plan secreto destinado a entregar las islas a Argentina, y ofrecerles a sus habitantes trasladarse a Escocia o convertirse en ciudadanos argentinos, según revela un documento desclasificado del organismo estadounidense. 

El plan de Estados Unidos preveía un plazo de tres años para que los habitantes de las Islas Malvinas optaran por “permanecer en las Islas” o trasladarse a un área de jurisdicción británica, ya sea en el Reino Unido o "en otros lugares bajo soberanía británica”. 

Además, el documento que reflejaba la propuesta de la central de inteligencia estadounidense -titulado “Solución a la crisis de las Islas Malvinas" - preveía el otorgamiento de un “subsidio de reubicación de 100 mil dólares por persona”. 

La iniciativa, revelada por el diario británico Daily Mail en su edición de este viernes, fue elaborada por el entonces titular de la CIA, Henry Rowen, y enviada al director de planificación del Departamento de Estado, Paul Wolfowitz.

Según lo que se pudo constatar de la lectura del texto, incluido entre los 12 millones de documentos desclasificados y publicados esta semana en el sitio web de la CIA, Rowen consideraba “probable” que, a la luz de las opciones ofrecidas, “muchos residentes” encontraran "incentivo” para trasladarse a otro lugar, “tal vez Escocia u otros donde las condiciones pueden ser similares a las Islas Malvinas”. 

Además, el plan contemplaba que los kelpers que no quisieran trasladarse a otro lugar estarían "libres de permanecer y convertirse en ciudadanos argentinos” una vez cumplido el plazo de los tres años que se les fijaba para que se decidieran por una opción. 

La propuesta de la CIA tenía cuatro elementos esenciales: "El cese de las hostilidades y prevención de hostilidades inminentes; una penalidad apropiada contra los argentinos por haber usado la fuerza armada para una disputa internacional; el regreso de las islas a soberanía argentina, y la adecuada protección de las preferencias culturales y políticas de los residentes británicos de las Malvinas".

Entre los principales elementos de la solución puntualizados por Rowen en la comunicación oficial de la CIA, el primero era que "todas las fuerzas armadas argentinas se retiraran inmediatamente de Malvinas" y que "la flota británica deberá dar la vuelta y regresar a sus posiciones normales".

El segundo elemento establecía que se creará "un enclave en Malvinas donde se instalará un residente argentino (no un gobernador, ni un embajador) y un equipo, que proveerá información a los residentes en Malvinas" y que "ese enclave será un área de soberanía argentina donde flameará la bandera argentina, y regirá la ley argentina". 

En ese marco, siempre según la propuesta de la CIA, el representante argentino tendría "inmunidad diplomática".

El tercero de los ítems marcaba que Gran Bretaña mantendría la administración por tres años, a excepción del enclave argentino.

"Por un período de tres años, los habitantes de las Malvinas tendrán la chance de considerar si se quedan en las islas, o si desean relocalizarse en otra área de jurisdicción británica, ya sea en el Reino Unido o en otro lugar bajo soberanía británica", señalaba el documento en su punto número cuatro. 

Los 100.000 dólares de subsidio que proponía otorgar a los que decidieran mudarse, serían pagados -según lo delineado por Rowen- "50 y 50 entre los gobiernos argentino y británico".

En el quinto punto, la propuesta de la CIA proponía que "después de tres años, las islas se transformarían en argentinas".

La agencia de inteligencia estadounidense proponía, en el punto seis del documento, una indemnización argentina a los británicos: "La Argentina pagará una adecuada indemnización al Reino Unido por todo el daño causado por sus fuerzas invasoras", indicaba la iniciativa. 

"La Argentina pagará una compensación al Reino Unido por las propiedades de los ciudadanos británicos o del gobierno británico en las Malvinas, incluyendo cualquier inversión en tierras y estructuras, que permanecerán en Malvinas después de tres años", aseveró. 

Los montos de esas compensaciones establecidas en el punto seis "serán determinadas por un panel arbitral compuesto por tres países, por ejemplo, Malta, Austria y Finlandia; o Malta, Suiza y Austria, o algo similar". 

Ese pago que se debía establecer "será pagado por la Argentina a Gran Bretaña en diez años y en cuotas iguales", establecía la propuesta revelada este viernes, en el inicio del año en el que se cumplirá el 35to aniversario del conflicto bélico. 

El punto siete de la propuesta sugería ideas para la explotación petrolífera en las islas. "En el caso de los depósitos de petróleo que sean encontrados en la zona económica exclusiva de 200 millas alrededor de las islas, la explotación será por un joint venture entre el Reino Unido y la Argentina, con costos y beneficios compartidos cincuenta y cincuenta", puntualizaba el texto de la CIA.

El octavo es el último punto de la propuesta que Rowen le envió a Wolfowitz. Ese ítem establece que la administración del acuerdo y su interpretación será potestad del panel arbitral de tres países, cada uno de los cuales debía enviar un representante a las islas para implementar este acuerdo.

El trío de países, al terminar su trabajo, debía "enviar un reporte a la Argentina, al Reino Unido y a la Secretaría General de las Naciones Unidas".