El presidente de Estados Unidos, Donald Trump, fue acusado muchas veces por racista. En esta ocasión, protagonizó un episodio que lo excedió.

El episodio transcurrió hace unos días, pero trascendió en las últimas horas.

Al final de la misa en su toma de posesión como presidente. varios religiosos desfilaron ante Trump y le estrecharon la mano. Pero hubo un sacerdote negro que se colocó el bastón en la mano derecha para negarle el saludo al flamante presidente. Dejó su mano ocupada para no extendersela a nadie y pasó de largo sin siquiera mirar al mandatario.

Trump hizo caso omiso y no se inmutó por el hecho.