Después de hacer "Saltar" de alegría a una provincia, Avellaneda traslada toda su pasión a la costa para que Mardel se sienta más "Feliz" que nunca. Aunque en realidad los que saltaron de felicidad y están felices por su presente son los hinchas de Racing que, como hacía mucho tiempo, se mofan de los de Independiente por su actualidad convulsionada.


Pero al margen de esto, todo clásico es una historia aparte en la que, al menos en la previa, no entran a tallar los antecedentes. Por eso los dos taitas de la ciudad dieron vuelta la página y se preparan para salir en búsqueda de la copa que está en juego.

Desde las 22.10, el Rojo y la Academia volverán a verse las caras tras el contundente 3-0 del equipo de Diego Cocca en el norte del país.

Un resultado que trajo aparejada la lógica tranquilidad en el bando ganador, dado que eso se sumó a la goleada por idéntico marcador en el campeonato; al mismo tiempo generó desazón y preocupación entre dirigentes, cuerpo técnico y jugadores de Independiente y bronca extrema de los hinchas que agredieron a los players en la concentración salteña.

Así es fácil notar que el Diablo llega con todas las urgencias encima pues está obligado a quedarse con el triunfo. Un nuevo paso en falso ante el rival de siempre podría gestar un nuevo conflicto en una institución que vive horas agitadas.

En cambio Racing, que pondrá a los mismos once que obtuvieron un categórico triunfo una semana atrás con la misión de volver a gozar y aumentarles las dudas a Ariel Holan y sus dirigidos, está calmo. Sabiendo que arrancó el segundo ciclo de Cocca con una copa y ese triunfo especial ya mencionado,

La Academia se presenta con un equipo que ya captó rápidamente el mensaje de su nuevo viejo entrenador y que juega como tal. Distinto es el panorama de Independiente, donde su director técnico parece no haberles llegado aún a los jugadores y que será mirado de reojo, de la misma manera que quienes se pongan la camiseta roja, por los hinchas que digan presente en el José María Minella.