Con los brazos entrelazados y armados de flores, miles de mexicanos formaron el viernes un “muro humano” en la frontera con Estados Unidos para protestar contra el proyecto del presidente Donald Trump de construir allí una gran barrera para impedir el paso de indocumentados. 

La manifestación, convocada por autoridades locales y asociaciones civiles mexicanas, reunió a políticos y líderes sociales y, sobre todo, a una multitud de estudiantes a primera hora de la tarde en la localidad fronteriza de Ciudad Juárez, separada ya actualmente por una valla de su vecina estadounidense El Paso. 

"Aquí está tu muro, ’trompetas’”, gritaba Cristián Ramírez, un estudiante de 15 años que, como muchos de sus compañeros, sostenía una flor. “¿Qué te parece si mejor lo hacemos así en lugar de poner concreto y hierro?”, agregaba con ironía.  

Bajo la mirada de la Patrulla Fronteriza estadounidense, los manifestantes, entre los que figuraba el alcalde de El Paso, Oscar Leeser, formaron una barrera humana de casi 1,5 km entrelazando sus brazos y ondeando banderas y pañuelos blancos.  

Leeser, que nació del lado mexicano de la frontera y reivindica sus raíces, lanzó a los presentes: “Ciudad Juárez y El Paso somos una sola ciudad, no estaremos separadas nunca”. Y llamó a seguir luchando por esa unidad que caracteriza a las urbes fronterizas, según afirmó. 

Al caer la tarde, a unos 1.200 kilómetros de distancia, en el litoral del Pacífico, medio centenar de manifestantes se reunieron en un punto fronterizo entre la mexicana Tijuana y la estadounidense San Diego para también expresar su repudio al muro.

"Es un mensaje de paz en donde buscamos enviar nuestra solidaridad a quienes viven allá ante la política de Donald Trump”, expresó la méxico-estadounidense Laura Díaz, presidenta de la fundación Monumento Nacional de los Migrantes.

Lazos humanos

"El muro es una de las peores ideas, eso no va a detener nada, ni drogas ni migrantes, es solo un símbolo del odio de Donald Trump, del racismo del presidente”, dijo a la AFP en Ciudad Juárez Ana Carolina Solís, de 31 años, estudiante de Ciencias Sociales que acudió a manifestar. 

"Esto es una muestra del rechazo a sus políticas y a su racismo”, comentó Leo Alvarez, trabajador social de 34 años al resaltar los lazos humanos que unen ambos lados de la frontera: “muchos tenemos familia en El Paso, llegamos a estudiar allá, mucha gente cruza a diario porque trabaja allá”.  

La gran fila de juarenses era visible desde los barrios de El Paso cercanos al muro que ya existe en ese punto de la frontera. 

Esta protesta tiene lugar casi un mes después de que el multimillonario Trump fuese investido presidente de Estados Unidos. Desde sus primeros días en la Casa Blanca tomó medidas específicas contra la migración desde México. 

La que más polémica ha causado es la construcción de un gran muro en la frontera común que, insiste, debe ser pagado por México, lo que es rechazado rotundamente por el gobierno mexicano. Otra de sus decisiones es deportar masivamente a indocumentados.