Al menos 40 personas resultaron heridas este domingo, algunas de ellas de gravedad, como consecuencia de la explosión de un artefacto colocado en el centro de Bogotá, y autoridades policiales sospechaban de la posible autoría del ELN, la organización guerrillera que desde comienzos de este mes negocia formalmente un acuerdo de paz con el gobierno de Colombia.

El alcalde de Bogotá, Enrique Peñalosa, informó que un efectivo de la Policía Nacional había muerto por las heridas recibidas, pero la institución no lo confirmó y el ministro del Interior, Juan Fernando Cristo, aseguró que no había “víctimas mortales”.

Por lo menos la mitad de los heridos son policías y tres de ellos estaban graves, según reportaron autoridades y medios locales.

‘Los terroristas no nos van a intimidar, y vamos a hacer todo lo que sea necesario para capturarlos”, afirmó Peñalosa en su cuenta de Twitter.
‘Condenamos el atentado con explosivos; inaceptable uso de violencia; nos informa la Policía que los agentes están heridos, no hay víctimas mortales”, sostuvo Cristo horas más tarde, por la misma vía.

‘Ya tenemos algunas evidencias sobre la persona que pudo haber dejado el elemento en el sitio donde fue detonado; estamos con Policía Judicial haciendo verificaciones en Bogotá y otras ciudades del país”, dijo el comandante de la Policía Metropolitana de la capital, general Hoover Penilla.

El oficial aseguró a la radio Caracol que el atentado “no tiene absolutamente nada que ver” con movimientos que se oponen a las corridas de toros, “pero los responsables sí se están aprovechando de esa causa para cometer hechos como los ocurridos este domingo”.

Penilla indicó que en el hecho se emplearon “dos kilos de explosivo aproximadamente” y por ese motivo la Policía Judicial “consideraba preliminarmente” que “células urbanas del ELN estarían detrás de este atentado”, reportó Caracol en su sitio web.

La explosión se registró a media mañana en las inmediaciones de la plaza de toros La Santamaría, donde iba a celebrarse la última corrida de la temporada taurina en la capital, motivo por el cual había un gran dispositivo policial.
El artefacto fue colocado en una alcantarilla, cerca de un punto donde se concentraban miembros del Escuadrón Móvil Antidisturbios (Esmad) de la Policía.

El sábado, también en Bogotá, una persona resultó herida al detonar un artefacto en un restaurante del barrio céntrico Teusaquillo, el mismo establecimiento donde el 10 de este mes había estallado un cilindro de gas.

Luego de poco más de tres años de “diálogos exploratorios”, el gobierno de Colombia y el ELN iniciaron formalmente el 7 de este mes, en Quito, negociaciones en pos de un acuerdo definitivo de paz similar al alcanzado meses atrás por las autoridades con las FARC.

Las FARC y el ELN son, en ese orden, las dos mayores organizaciones guerrilleras de Colombia y ambas fueron fundadas en la década de los 60 del siglo XX.