Un golpe planeado por los narcos. Cuatro hombres armados, que habían contratado los servicios de un piloto y un avión Cessna 182 para una despedida de soltero, robaron a mano armada la aeronave, tras reducir al sereno, a dos pilotos y a un paracaidista en el aeroclub de la ciudad entrerriana de Victoria y, según los registros satelitales obtenidos unas horas después, sobrevolaba la zona norte de la provincia.


El episodio ocurrió en ese aeródromo de Entre Ríos, ubicado sobre la Ruta 11 en el kilómetro 111, al que arribaron cuatro hombres que habían contratado desde Rosario los servicios del avión y de un piloto para una despedida de soltero.

Al arribar al lugar, los cuatro individuos redujeron a punta de pistola al sereno del aeródromo, Antonio Massuco, y lo encerraron en una dependencia de la estación aérea, e instantes después hicieron lo mismo con dos pilotos y el paracaidista, tras amenazarlos e inmovilizarlos.

Luego, los cuatro delincuentes abordaron el Cessna 182, matrícula LV HBB, en el que había ocho paracaídas, y escaparon, mientras que el auto en el que habían llegado al lugar fue encontrado por la policía a unos mil metros del aeródromo, en una zona de caminos vecinales.


Tanque lleno


Los voceros dijeron que, de acuerdo con el relato del personal de aviación, cuando llegaron los ladrones la aeronave estaba cargada de combustible, y por los registros de los radares obtenidos poco después del mediodía, la aeronave estaba en vuelo por la zona de La Paz, en el norte de Entre Ríos.

Los pesquisas estimaron que los delincuentes se dirigen hacia Paraguay, ya que cuentan con el combustible necesario para tener garantizadas varias horas de vuelo.

El Cessna robado pertenece a una empresa que habitualmente presta servicios en la zona atendiendo las demandas de turistas.

Se supo que el avión partió hacia el norte con el tanque de combustible completo porque casualmente estaba dispuesto para la aventura que el día anterior los hombres habían anticipado que llevarían adelante: arrojar al novio en paracaídas.

El presidente del Aeroclub de Victoria, Lucio Merzbacher, dijo que fueron desactivados todos los sistemas de monitoreo satelital de la aeronave, cuyo último registro la ubicaba en la ciudad entrerriana de La Paz por intermedio de un seguimiento de telefonía celular.

"El último rastreo nos indica que el avión fue hacia el norte, a La Paz, pero es un dato que tenemos de un seguimiento de telefonía celular porque apagaron todos los sistemas de rastreo del avión", precisó.

Según el hombre, la empresa propietaria de la aeronave pertenece a una familia de apellido Aresca, oriunda de Rosario, y opera desde hace tiempo en Victoria.

"Los contrataron para una despedida de soltero en la que iban a saltar unas quince personas. Ayer (por el lunes) en Rosario les entregaron unos quinientos dólares como adelanto, para saltar temprano este martes. Los esperaron y cuando llegaron los redujeron", detalló Merzbacher.

Por su parte, el titular de Toxicología de la policía de Entre Ríos, comisario general Lucio Villalba, dijo que el robo de la aeronave "no es tan simple, es una banda organizada que tiene que contar con pilotos, con estructura. Estas personas tienen que haber chequeado que se encontraba un avión con estas características previo a sustraerlo, tienen que haber hecho un trabajo previo de inteligencia".

Durante los últimos diez años hubo varios robos de aeronaves en distintos puntos del país que, generalmente, tienen como destino la frontera con Bolivia y Paraguay para traficar drogas.