La investigación por la muerte de Rafael Nahuel, el joven de 22 años que recibió un balazo durante el operativo del Grupo Albatros en la ocupación mapuche de Villa Mascardi, avanza con distintos peritajes y declaraciones testimoniales, si bien en la causa aún no hay imputados y todavía no se realizó inspección ocular en el predio.

Una de las pericias en marcha más relevantes es la que se realiza en el Centro Atómico de Bariloche, donde se busca detectar si los uniformados que participaron del operativo tenían rastros de pólvora. Según diversas fuentes con acceso al expediente, hay 21 prefectos a los que se le secuestraron las armas tras el operativo. Pero solo a ocho se les tomó fotografías, se les secuestró su uniforme, se realizó un hisopado subungueal (en las uñas) y se les tomaron muestras en las manos con cintas reactivas de carbono para detectar si hay restos de nitrato.

Los prefectos no están imputados formalmente, pero están sometidos a proceso y fueron notificados del inicio de la causa.

Los mismos peritajes en busca de rastros de pólvora se realizaron con los dos mapuches detenidos, Fausto Jones Huala y Lautaro González, que permanecieron en prisión durante cuatro días y fueron dejados en libertad por el juez del caso, Gustavo Villanueva. La fiscal de la causa, Silvia Little, apeló la excarcelación de los jóvenes, por considerar que existe peligro de fuga y de fuego, ya que aún no está claro si hubo, o no, un fuego cruzado entre la fuerza de seguridad y la comunidad.

En el expediente se busca determinar si los ocupantes del predio estaban armados y dispararon al Grupo Albatros. Las querellas de la familia del joven asesinado y los abogados defensores de los mapuches detenidos afirman que "el expediente dice claramente que no había armas de fuego en posesión de la comunidad". El Gobierno, en cambio, insiste en que la tesis del "fuego cruzado" y de que la "militarización" de los mapuches está debidamente probada.

En el expediente consta un relato de dos uniformados que describieron un enfrentamiento con armas de fuego en lo alto de la montaña. También hubo un llamado al 107, presuntamente de un prefecto, avisando de la presencia de heridos y se busca estipular el autor.

Por ahora, la autopsia determinó que Rafael Nahuel murió por un balazo de un arma 9 mm que le ingresó por un glúteo y comprometió órganos vitales. La querella de la familia de Rafael Nahuel en las últimas horas pidió que la causa cambie de carátula. Hasta ahora el expediente es por "NN/sobre muerte dudosa", pero los familiares reclamaron que se pase a "homicidio calificado".

En tanto, otros dos mapuches, Micaela Johana Colhuan y Gonzalo Coña, fueron heridos presuntamente de atrás hacia adelante, de acuerdo al relato (extrajudicial) de Ramón Chiocconi, el médico especializado en rescate de montaña y concejal por el FPV que ingresó inmediatamente después de finalizado el operativo y brindó los primeros auxilios.

Fuente: La Nación