La Municipalidad lleva adelante un trabajo de mantenimiento y limpieza de todo el sistema de desagües de la ciudad, integrado por conductos entubados, cunetas, bocas de tormentas, grandes zanjones y canales a cielo abierto, reservorios y estaciones de bombeo. Estas tareas garantizan el libre escurrimiento de los excedentes pluviales, desde los diferentes puntos de captación hasta llegar a los reservorios, para luego ser bombeada hacia fuera del anillo de defensa.

La actual gestión municipal se encontró al asumir la intendencia local con uno de los principales problemas del sistema de desagües: los inconvenientes con la recolección de la basura. Si bien, apenas se pusieron en marcha los equipos, las cuadrillas salieron a relevar la ciudad y a limpiar los puntos críticos, la lluvia extraordinaria del 14 y 15 de diciembre dejó en evidencia esta falta de saneamiento.

A partir de esto, y para reforzar el trabajo diario que realizan en forma manual las siete cuadrillas que hacen tareas preventivas, desde la Secretaría de Asuntos Hídricos y Gestión de Riesgo, se diagramó un operativo de limpieza y mantenimiento de los canales a cielo abierto, así como de los conductos entubados con una empresa contratada. Esta última se ocupa de la desobstrucción de nexos, ramales y cañerías principales de diámetro menor o igual a 1,60 metros, incluyendo sus respectivas bocas de registro y de tormenta.

Residuos urbanos
“La ciudad estaba saturada de basura y eso fue lo que complicó los drenajes, en especial, los canales a cielo abierto que son los sistemas de escurrimiento que tiene la zona norte. En muchos casos eran verdaderos basurales, entonces se hizo una limpieza paliativa para hacer frente a la emergencia y ahora se está relevando e intensificando el saneamiento, tarea que se va a ir prolongando en el tiempo”, destacó la secretaria de Asuntos Hídricos y Gestión de Riesgo, Silvina Serra, al hacer referencia a la última lluvia.

En estos días, una máquina está trabajando en el desagüe Gorriti, obra que está inconclusa y produjo anegamientos en durante las precipitaciones extraordinarias. Para atenuar esos inconvenientes y hasta que se finalicen los trabajos, se decidió limpiarlo. También se sanearon conductos en barrio Estanislao López, es decir en las inmediaciones del nuevo hospital Iturraspe. Y se trabajó en barrios como La Ranita, Chalet y Centenario donde se limpiaron los desagües y los canales a cielo abierto. Otra intervención importante fue en barrio Pompeya.

Vale detallar que estos conductos que están enterrados debajo del asfalto se saturan principalmente con tierra o sedimentos que arrastra el agua. Si bien esta tarea comenzó a reforzarse después de la emergencia, desde las áreas municipales correspondientes se continúa recorriendo la ciudad, y se relevan los puntos críticos.

Otros lugares donde se está limpiando son los ingresos a los reservorios y las estaciones de bombeo, donde se encontraron plásticos y bolsas en las rejillas. En este caso, el trabajo es manual y, si no se sacan de esta manera, el escurrimiento no es eficiente a pesar de que el sistema funcione correctamente.

En definitiva, la funcionaria explicó que para mantener en condiciones el sistema de drenaje de la ciudad, se llevan a cabo tres acciones: una es manual, a cargo de las cuadrillas municipales; otra tiene que ver con el mantenimiento de los canales a cielo abierto para los cuales se necesita maquinaria pesada, que parte es municipal y otra se contrata; y una tercera es la desobstrucción de conductos entubados que solo se puede hacer mediante la contratación de una empresa privada.

Trabajo permanente

Serra destacó la tarea de las cuadrillas de la Dirección de Hidráulica que “trabajaron con toda su capacidad” durante la última emergencia hídrica. Estos equipos están todos los días en la calle, son unos siete grupos que salen a recorrer la ciudad y hacen una tarea preventiva.

En la capital de la provincia hay unos 100 puntos críticos o lugares donde de manera frecuente se tapan las bocas de tormenta, ingresos a canales, entre otros. “Ellos tienen definido un plan de acción, con prioridades donde arrancan por una zona, siguen por otra y finalizan en otra. Por la tarde y los fines de semana hay cuadrillas de guardia”, agregó.

Ante una emergencia como la que se vivió el 14 y 15 de diciembre, las cuadrillas comenzaron a recorrer esos puntos críticos que eran muchos a raíz de la basura; por lo que se convocó a más trabajadores que reforzaron la tarea. “En definitiva, todo el personal estuvo abocado al temporal. En primer lugar se comenzó a trabajar por los puntos críticos y después se fueron sumando los reclamos que llegaban a la línea gratuita 0800 y se dividieron las tareas para atender la demanda”, dijo Serra.

Colaboración de todos

La funcionaria recomendó a los vecinos que no saquen la basura en caso de alertas o pronóstico de lluvias y, si lo hacen, que la dejen en canastos en altura, evitando así que se desparrame en la vía pública y vayan a parar a los desagües. También se recomienda avisar al municipio cuando hay alguna boca de tormenta obstruida o denunciar si hay elementos en los canales a cielo abierto.

Fuente: Gobierno de la Ciudad de Santa Fe.