Por Martín Maidana

Durante años creí haberme criado en la mejor ciudad de Argentina, una ciudad de calles audaces y atardeceres azules y morados y dorados. En casa había libros ingleses custodiados por balas de cañón que se habían incrustado en la casa de los Diez de Andino, mi padre las había rescatado de las vigas que sostienen lo que es ahora un Museo. Esto me parecía lo más normal, había razón: La Gran China tiene caminos laberínticos. Más de 87 vecinales, clubes o iglesias recorrieron los miembros  de Fundación Centro. Cada encuentro fue subido a su página de internet www.fundacioncentro.org.ar  y a sus redes sociales en donde han sabido tejer una trama única que define la identidad de esta ciudad. ¿Qué necesitan los vecinos? ¿Qué destinos se cumplirían a pasos nuestros? ¿Cómo fue Santa Fe o cómo  nos hubiera gustado que fuera?
A esas preguntas quiere contestar el libro-regalo “Santa Fe 450”, un libro más documental que imaginativo que se presentará pronto.

El proyecto "Santa Fe 450, la Capital se escucha", presentado hace dos años por la Fundación Centro, destaca como un ambicioso esfuerzo por comprender a fondo la realidad de la ciudad. Barrio por barrio, vecinal por vecinal, un equipo de profesionales convocados por Oscar Cachi Martínez, presidente de la fundación, ha dedicado dos años a escuchar a los vecinos, explorando sus problemáticas y anhelos porque entienden los barrios donde la verdadera cultura se gesta. 

En la era de las redes, donde cada storie, cada meme o cada video viral generado en la ciudad adquiere un matiz hiperreal, se invita a reflexionar sobre la relación activa de los ciudadanos con los medios de producción de discursos. La ciudad se convierte así  en un escenario donde no solo nos relatamos, sino que nos entrelazamos, nos informamos en el sentido más estricto del término, nos damos forma, desenvolviéndose entre lo real y lo hiperreal. Santa Fe se presenta como un terreno heterogéneo, con mayorías silenciosas: cada individuo que hace Santa Fe va interactuando de manera única con su entorno. Pensemos juntos en todo lo que pasa en la ciudad y nos llega pantalla mediante. Esto nos recuerda que la cultura y la identidad de Santa Fe son construcciones psicológicas complejas. La exploración de las prácticas cotidianas, las micro resistencias y las tácticas creativas resalta la riqueza cultural que escapa a las categorías tradicionales. ¿Qué otra cosa significan entonces nuestra pasión por los colores rojo y blanco o rojo y negro o nuestra pasión por una cumbia o por el liso? ¿Cómo explicarles a los foráneos que es Santa Fe?

Los que de verdad caminan la ciudad, esos que andan con los pies en la tierra, construyen en relación a su posición, un cerca y un lejos, un aquí y un allá. El andar afirma, sospecha, arriesga, transgrede, respeta, porque las trayectorias que “hablan” y se hacen escuchar.

En este 450 aniversario, es crucial reconocer la labor de aquellos que han contribuido a revelar las capas más profundas de la identidad santafesina. La Fundación Centro, con su proyecto de investigación meticuloso, se suma a la tradición de estudios culturales que buscan no solo entender, sino también celebrar la riqueza y complejidad de esta ciudad. Hace años también hizo lo mismo. 

Invitamos a los habitantes de Santa Fe a reflexionar sobre la trama única de su cultura, a apreciar las prácticas cotidianas que definen la ciudad y a celebrar la diversidad de historias que convergen para formar el tejido cultural de este lugar tan especial. En este aniversario, Santa Fe, celebramos con vos no solo la longevidad de tu historia, sino la vitalidad de tu gente, la voz de los vecinos que nos cuentan historias en donde viven y en donde quieren vivir.

Durante años creí criarme en la mejor ciudad de la Argentina. Estaba en lo cierto.