10 de octubre de 2016
El gobierno define la respuesta a la CGT
Intimidades rosadas y más... El paro gremial está latente. Si no se da respuesta satisfactoria a los pedidos esenciales de la central obrera, habrá conflicto.
Roberto Di Sandro
rdisandro@cronica.com.ar
Un breve receso por razones de salud de mi querida Normita, que se recupera favorablemente, y otra vez en carrera. Intimidades, un clásico de “Crónica” de añares, reanuda el diálogo con los lectores. ¿Qué panorama se advierte? Casi igual que el dejado atrás, pero quizás más complejo. Ahora se suma a la inflación (en baja, pero por un consumo debilitado); a la desocupación (aumenta de a poquito); al hambre (creció enormemente) y a la inseguridad (horrorizan los casos diarios) la presencia amenazante de la CGT, tripartita pero unida, y de las otras agrupaciones laborales. Dejaron en reuniones con ministros del gabinete sus inquietudes. Un sector quiere ir a la huelga de inmediato, el más “prudente”, así le llaman, desea negociar hasta mediados de la semana que viene. Pide un bono para fin de año; pide reanudación de las paritarias y otras cosas que se les prometió y hasta ahora no se han cumplido.
Macri y su gente, desde la Rosada, desde Olivos, desde el CCK, desde Tecnópolis, o donde se encuentra, insisten en el diálogo. No afloja con las paritarias. No quiere saber nada. Pero, siempre lo hay, un sector gubernamental en silencio se acerca al oído presidencial y le dice “acepte”. Que sí, que no. Ahora está en Tandil, donde pasa unos días de descanso. Allí nació y se crió. Dicen que no va nadie. Sin embargo, van. Figuras del gabinete, empresarios, sindicalistas y los teléfonos suenan a calzón quitado. Nadie dice nada. El silencio hacia los periodistas se nota.
A no tirarse al agua...
Justamente en esto de reuniones silenciosas u ocultas, surgen algunas voces que “tiran” algo de noticia. Por ejemplo: dicen los que articulan alguna letra informativa que sectores oficiales admiten que se haga el paro, “total es un día y es menor el costo de acceder, por ejemplo, a las paritarias”. Se intercambian pareceres. Algunos asientan con la cabeza, otros dicen, rotundamente, no. Pero algunos murmullos se unifican para alertar algo que, quizás, algunos “nuevos” no hayan podido evaluar. Ejemplo: si los sindicalistas van al paro una vez, “no será una vez”. Sorpresa: se pregunta: “Por qué dice eso”. Los murmullos unificados responden con el recuerdo no muy lejano: “A Alfonsín le hicieron un paro y luego siguieron otros 13, ¿recuerdan?”. Silencio. “Crónica” recibe esta descripción bien cercana a la realidad. De allí en más, dentro de pocos días, en algunos de los lugares donde va el Presidente a hablar o donde está el gabinete que trata todo este complejo aparato de realidades, habrá una respuesta. Se escuchó a alguien decir, por ejemplo: “Busquemos un porcentaje mayor a los 750 pesos por bono, porque ni quieren escuchar esa cifra”. La cosa está dura. Macri escucha e insiste: “Diálogo, diálogo y más diálogo”.
Breves y sabrosas.
El bloque de los matices y sorpresas, a veces insólitas. Van: I) Concurso. No de modelos; no de artistas; no de selecciones deportivas.
Sí de nombres de perros. Lean: Patricia Bullrich, o sea la ministra de Seguridad, llama a concurso para elegir los nombres de cuatro cachorros de raza labrador que serán entrenados para formar parte de la Policía de Seguridad. Ah, manden los nombres que quieran y digan por qué los eligen. Qué tal. 2) Hablando de Seguridad. Los bomberos de la Rosada revisan permanentemente los extintores manuales. Y las mangueras: que no estén pinchadas. Buena idea para prevenir. 3) Atención: si hay unidad, que la haya de una vez por todas: el 17 de Octubre el Momo Venegas organiza un acto en homenaje a la recordada epopeya popular y dijo: “Será un verdadero acto peronista recordando al líder. De corazón y no como estos doce años pasados”. Ah: invitada especial, María Eugenia Vidal, la gobernadora de Cambiemos. Nos parece bien, porque la dama debe estar sumamente agradecida al peronismo, que en casi su mayoría la votó en la provincia de Buenos Aires. 4) Timbre: Con pilas o sin pilas. Hay mucha gente que se acostumbró a tocar timbre por razones políticas, quizás inspirada en Cambiemos. A Macri le dio resultado.
Hace algunos días dos periodistas visitaron el Centro Cultural K (ex Correo Central). Allí hay muchos espacios donde se realizan actos importantes). Después quisieron saludar a Hernán Lombardi, cuyo despacho está allí. Como corresponde, se identificaron y esperaron. Recibieron como respuesta: “Tiene una agenda muy abultada, no puede recibirlos”. Atenti, don Hernán. Sólo lo iban a saludar. A este timbre le faltó pila. 5) Y las sillas. En la Sala de Periodistas faltan. Prometieron renovarlas, pero parece que se olvidaron. Nuestro colega Bernardo Gonzálvez tuvo mala suerte. Se sentó y la pata estaba rota de una silla y lo dejó en el suelo. Aún le siguen pasando “untisal” en una rodilla. 6) Dos tipos audaces. Por lo menos en cumplir la gestión: Gustavo Posse, de San Isidro, y Jorge Macri, de Vicente López, construyen obras en la calle Paraná. Sacaron pecho y la hacen los dos municipios. Dijeron: “Ahora o nunca”. Continuará.
El mellizo en La Rosada.
Un momento para “su” Boca. Siempre lo tiene Macri. Después de una larga reunión para tratar problemas bien complejos, el mandatario hizo un paréntesis.
Alguien llegó hasta su despacho. Un gran conocido a quien él le tiene mucho aprecio. Su nombre, Guillermo Barros Schelotto. Estupendo jugador y ahora técnico de Boca Juniors. Hablaron del fútbol, de cómo marcha el azul y oro y también eso lo supo “Crónica” de la situación actual. El Melli opina y, dicen, con profundos conocimientos. Más aún: Macri lo invitó a Olivos para que integre el equipo “Azul”. Parece que el Mellizo con sonrisas le dijo que, si tiene que protestar, lo va a hacer abiertamente. Vamos, Melli todavía.
Un recuerdo imborrable.
No faltó nadie. El gobierno también lo hizo con representantes de distintos sectores. Más de la diplomacia. Se recordó a un exquisito hombre del terreno internacional pero también de garra porteña y de la poesía tanguera. Su nombre: Hipólito Jesús Paz. Fue canciller y luego embajador de los gobiernos de Juan Perón y, ya apartado de las lides políticas y diplomáticas, se abrazó a la amistad, a la generosidad, “al buen amigo” y se estrechó a la literatura porteña al lado de los grandes de nuestra música popular. Por eso, el propio actual gobierno y otros que desfilaron en esta historia de largos cruces de la política argentina estuvieron presentes el otro día para rendirle homenaje. No faltó nadie y hablaron Archibaldo Lanús, Abel Posse y alguien que conmovió con su letra poética y su añoranza a los compases de un tango: Felipe Yofre. Los tres impactaron. María, su esposa, nos brindó su emoción. “Crónica” le dedica estas líneas al querido “Tuco” Paz, imborrable figura de la amistad, de la cultura, de lo que es “ser buen amigo” y de la gran diplomacia. Luis Brandoni, Tata Yofre, R. Villar y muchos hombres y mujeres de todos los colores cívicos pintaron con frases emocionadas la figura de este grande. Hasta el domingo.
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