El delantero del Inter, Mauro Icardi, confió que conserva el “sueño” de “vestir la camiseta de la selección argentina”, un día después de que el DT Edgardo Bauza reconociera que su citación “puede llegar en cualquier momento”.

"Quiero seguir teniendo un buen nivel para convencer al técnico para que me cite al equipo nacional”, dijo el delantero en declaraciones difundidas por el periódico “Gazzetta dello Sport”.

"Mi sueño es vestir la camiseta del seleccionado argentino y por eso en el pasado rechacé la convocatoria de Italia. Mi objetivo es seguir con buen nivel para convencer a Bauza”, reafirmó Icardi, que tiene doble nacionalidad.

El rosarino, de 23 años, solamente fue convocado en el pasado ciclo de Alejandro Sabella para la última doble fecha de Eliminatorias Sudamericanas rumbo a Brasil 2014.

En el primer partido frente a Perú como local permaneció en el banco de suplentes y en la siguiente visita a Uruguay jugó los últimos ocho minutos, ambos encuentros en octubre de 2013.

"Sé que todavía soy joven y que Argentina cuenta con los mejores delanteros del mundo. Vivo esta situación con gran tranquilidad”, agregó el delantero.

El capitán del Inter se mostró muy motivado de cara al futuro y destacó que quiere ganar muchos títulos con su club en los próximos años: “Cuando vine aquí fue porque me siento un aficionado de este club y porque quería ganar mucho. En diez años espero ganar títulos ligueros y al menos una Liga de Campeones”, dijo.

2Mis compañeros me dicen que estoy muy maduro a pesar de tener solo 23 años y yo estoy de acuerdo. Irme de mi casa a los 13 años para viajar a Barcelona aceleró este proceso”, declaró el delantero, que estuvo durante tres años en las divisiones menores  del club azulgrana.

Por otra parte, el argentino elogió la llegada de Stefano Pioli como nuevo director técnico de la entidad “neroazzurra” y al referirse a la estadía en el cargo del holandés Frank de Boer opinó que “fue insoportable”.

"Había muchos jugadores descontentos por lo poco que jugaban. Otros que participaban lo hacían con pocas ganas, no había alegría en el grupo”, concluyó.