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Las cárceles de Brasil no están en paz. Una venganza por la masacre de Manaos terminó con al menos 33 muertos en el penal de Roraima, en el norte del país. Las víctimas también fueron decapitadas y mutiladas.

El lunes, Brasil amaneció horrorizado por las imágenes de los 56 cadáveres hallados en la cárcel de Manaos, donde integrantes de la banda Familia del Norte (FDN) asesinaron con crueldad a miembros del Primer Comando de la Capital (PCC). La venganza no tardó en llegar. Cuatro días después, en la madrugada de este viernes, un grupo de presos del PCC salió de sus celdas e inició la cacería de sus enemigos en la penitenciaría Agrícola de Monte Cristo (PAMC), en Boa Vista, capital de Roraima, y cometió las mismas atrocidades.

Por la mañana, cuando las autoridades afirmaron que la situación estaba “bajo control”, confirmaron la muerte de 33 personas, aunque la cifra podría ser aún mayor. Pese a que todo indica que los muertos formaban parte de la FDN, el secretario local de Justicia, Uziel Castro, manifestó que se trató de una “acción aislada de los miembros del PCC contra personas que no estaban ligadas a ninguna facción”.

Imágenes del horror

La terrible venganza del PCC quedó reflejada en distintos documentos fotográficos que mostraron el estado en el que quedaron los cadáveres. Hombres decapitados, mutilados y hasta uno de los internos con el pecho abierto y con su corazón tirado a un costado son sólo algunas de las postales que dejó esta terrible revancha.

La voz oficial

Varios días tardó el jefe de Estado, Michel Temer, para referirse a la matanza de Manaos, lo que le valió un interminable rosario de críticas. Por eso, esta vez no eligió el silencio y la presidencia emitió un comunicado en el que señaló que el mandatario “lamenta” lo sucedido y se “solidarizó con el pueblo” de Roraima. Sin embargo, la polémica por la situación del sistema penitenciario brasileño continúa, por lo que el gobierno anunció un proyecto para construir cinco nuevos complejos federales de máxima seguridad, con capacidad para algo más de 1.000 internos, algo que no alcanza para resolver la excesiva población que albergan las cárceles actuales. En ese sentido, datos oficiales detallaron que el PAMC tiene capacidad para 750 personas, pero en la actualidad alberga a 1.475.