El escandaloso caso de corrupción conocido como Lava Jato en Brasil dejó muchas cosas al desnudo y ahora quedó en el ojo de la investigación una pulposa treitañera que de desnudos sabe mucho.

Se trata de Taiana de Souza Camargo, quien fue amante de uno de los sujetos más turbios del país, quien está libre pese a haber sido condenado a 121 años de cárcel.

La ex tapa de la revista Playboy, de 32 años, está a pasos de ser detenida. La Policía Federal la instó a presentarse a declarar como imputada por su participación en casos de soborno, lavado de dinero y corrupción.

Las sospechas recayeron sobre ella cuando la ex amante de Alberto Youssef no pudo explicar la relación entre los ingresos que declaró ante el fisco y un BMW, un departamento de más de 300.000 dólares y otras propiedades que estarían a su nombre.

Como si todo eso no fuera suficiente, también pesan sobre la morocha acusaciones agravadas por haberse evadido de la policía al viajar al exterior. De comprobarse estas presunciones, la ex conejita pasará una larga temporada tras las rejas.

Un amante peligroso

Youssef sería el hombre que habría metido a la modelo en el mundo de la corrupción a gran escala. En su país lo llamaban "doleiro", ya que se desempeñaba como un gigantesco agente de cambio clandestino.

Su participación en todo tipo de actividades ilegales, como repartir sobornos en el marco de la causa que involucra a la petrolera estatal Petrobras, llevó a la Justicia a condenarlo a 121 años de prisión.

Sin embargo, en noviembre pasado recuperó la libertad gracias a un acuerdo con el juez Sergio Moro. Lo que él debía hacer a cambio de dejar la cárcel era hablar, delatar la trama de corrupción.

Llegó a la fama

Taiana de Souza Camargo se hizo famosa gracias a aparecer en la portada de una edición de la revista Playboy, en 2015, producción en la que se la podía apreciar desnuda y muy sonriente en una cama rodeada de objetos de lujo. En otra foto, está sin bombacha y se cubre solo con unos billetes de 100 dólares.

Esa relación "intensa" con Youssef, tal como ella misma describió, fue la que pudo haberla involucrado en la trama corrupta que salpica a centenares de políticos y empresarios brasileños, la misma que puede sentenciar su futuro.