Las cinco metas de Cormillot como funcionario de Salud
El reconocido médico nutricionista adelantó a Infobae cómo lograr que la población reciba de la mejor manera las recomendaciones para emprender una alimentación más saludable en su vida cotidiana
El doctor Alberto Cormillot es, desde esta semana, el coordinador del área de Alimentación Saludable del Ministerio de Salud, un espacio que, si bien no es de reciente creación, el especialista considera que "su trabajo se conoce mucho menos de lo que debiera".Es que allí es donde se pensaron las guías de alimentación, obesidad, diabetes, actividad física y cesación tabáquica entre otras. Pero, según su flamante coordinador, "el mensaje por alguna causa no llegó a la población".En diálogo con Infobae, enumeró sus metas y objetivos en la función.Consultado sobre su objetivo inmediato en el cargo, el médico especialista en Nutrición destacó que para él es clave "conseguir el apoyo de los medios de comunicación porque de ese modo es más fácil lograr el apoyo de gobernantes, políticos y demás funcionarios". Para él, "si los medios de comunicación se apropian de la difusión de la alimentación saludable y la toman como una causa la Argentina podrá lograr lo que no logró ningún país del mundo, que es revertir la epidemia de obesidad".De ahí que su misión en la cartera sanitaria sea "poner en marcha esas guías que tan bien logradas están y transformarlas en acción; que la gente sepa cuáles son las recomendaciones del Ministerio de Salud para que la población coma bien"."El chico ve todo el día en la televisión publicidad de comidas que no son saludables y va al colegio y en el kiosco no encuentra alternativas saludables, por lo que termina atrapado entre esos factores y no tiene opción de elegir", resaltó el especialista, para quien el éxito de la implementación de su plan de acción tiene que ver con que "la gente se apropie del mensaje de alimentación saludable, no para adelgazar sino para comer mejor".Asimismo, si bien la puesta en práctica de los "kioscos saludables" es difícil -según el médico- "por las presiones de la industria", resulta elemental que los niños tengan acceso al conocimiento sobre alimentación saludable desde la escuela, para generar una especie de efecto contagioso a sus padres.En la misma línea, recordó que "los chicos le enseñaron a los padres a usar cinturón de seguridad porque en la escuela se promovió la educación vial". "Tendremos que ver con el Ministerio de Educación cómo incluir en la currícula el tema de la alimentación y que los kioscos escolares empiecen a regularse de una manera distinta", adelantó. Por otro lado, reconoció que "la industria azucarera representa a toda una región del país, pero habrá que ingeniárselas para exportar más porque lo cierto es que el consumo de azúcar le hace mucho daño a la salud de la población".Desde su rol de conductor del programa televisivo Cuestión de peso, Cormillot había logrado el apoyo -y la presión- necesario para promulgar la Ley de Obesidad. "Lo que salió fue el tratamiento de la enfermedad por una disposición del ministerio, pero la norma incluía la prevención, que es más importante porque por cada persona que baja de peso hay 100 que aumentan, y eso es lo que hay que lograr modificar", aseguró. Cada año la cantidad de personas que pasan a integrar la categoría sobrepeso u obesidad aumenta en 400 mil personas en el país.En el marco de la estrategia de entornos saludables del Ministerio de Salud de la Nación, el secretario general de la Presidencia, Fernando De Andreis y el titular de la cartera sanitaria nacional, Jorge Lemus, suscribieron un acta compromiso para avanzar en la implementación de acciones sobre los principales factores de riesgo de las enfermedades no transmisibles, como son el consumo de tabaco, la mala alimentación y la escasa actividad física, en este caso de los trabajadores.En ese contexto, la Casa Rosada asumió el compromiso de predicar con el ejemplo y, además de favorecer la salud de sus trabajadores, ser un ejemplo para que otras instituciones se sumen a la iniciativa.En la práctica, el cocinero que cocina para los más de 800 empleados que trabajan en la casa de Gobierno comenzará a emplear pequeños cambios en el menú para disminuir el uso de sal, grasa, harinas y el desafío es que los trabajadores que allí comen no se den cuenta.
Comentarios
Aun no hay comentarios, sé el primero en escribir uno!