La opción moderada, que apunta a seguir negociando con el gobierno bajo la presión de un paro en suspenso, tuvo más consenso que la de clausurar ya el diálogo con una medida de fuerza inmediata.

Como última esperanza de quienes priorizan el diálogo, está la reunión del jueves próximo con el ministro de Hacienda, Alfonso Prat Gay.

Uno de los tres secretarios generales de la central, Héctor Daer, anticipó que “se van a agotar todas las instancias de diálogo que la cúpula considere convenientes”.

La confirmación del paro había sido anticipada por otro de los secretarios generales, Carlos Schmid, antes del inicio del Confederal.

“Está decidido un paro de 24 horas, no está todavía precisada la fecha”, dijo.

Tras la decisión del Confederal, el metalúrgico Francisco “Barba” Gutiérrez, secretario de Interior de la central, explicó que se esperará a la reunión con Prat Gay, el próximo jueves.

Gutiérrez ponderó la conveniencia de “respetar los tiempos” de la negociación, pero advirtió que la convocatoria de Prat Gay “no afecta los planes de la CGT, sino que tal vez plantea una espera hasta que se conozca el resultado de esa reunión”, que evaluó como “muy importante”, porque “él es el que tiene los números en las manos para discutir directamente la agenda. Si hay respuesta nadie va a hacer un paro por el gusto de hacerlo, y si no la hay la CGT va a analizar las medidas”, dijo el quilmeño.

Por su lado, el gobierno también se proveyó de una herramienta para seguir negociando: el reconocimiento formal de la CGT reunificada. El que le otorgó esta semana, según señaló ayer la abogada del gremio de rurales que conduce Gerónimo “Momo” Venegas, es provisorio. La central tendría un mes de plazo para resolver algunos cabos sueltos

“No se cumplió el cupo femenino. La CGT está regida por la Ley 23.551 y sus modificatorias, pero no podemos determinar bien cuántas mujeres corresponden porque no pudimos ver los padrones”, explicó Alejandra Chacón, letrada de ese sindicato, uno de los impugnadores del congreso cegetista de reunificación.

El resultado del Confederal, en el que deliberaron más de 120 titulares de federaciones sindicales, dejó un sabor a poco en los paladares más exigentes. Sergio Palazzo, de bancarios, y referente de la Corriente Federal Sindical, fue al evento proponiendo que la central tome una “posición de confrontar con el modelo del gobierno”.

Según Palazzo, éste “es un gobierno débil porque cedió a las presiones del sector empresario”.