Los temblores se produjeron con dos horas de diferencia y causaron el colapso de varios edificios antiguos, incluyendo algunas iglesias rurales históricas que estaban vacías en ese momento.

Más de tres horas después del primer sismo, el jefe del Protección Civil, Fabrizio Curcio, informó que sólo una persona resultó levemente herida.

El segundo temblor, que fue más intenso que el primero, tuvo una magnitud 6,2 fue registrado por el Servicio Geológico de Estados Unidos (USGS) después de uno anterior de 5,4. Los epicentros se ubicaron cerca de la localidad de Castelsantangelo sul Nera, en la región de Las Marcas, a una profundidad de 10 kilómetros.

En principio, el daño no se asemeja al causado por el terremoto de 6,2 que afectó Las Marcas, Lazio y Umbria el 24 de agosto, que devastó varios poblados y dejó cerca de 300 muertos.

Imágenes de video mostraban nubes de polvo por el colapso de partes de edificios en algunas localidades. Enormes rocas, algunas del tamaño de automóviles, cayeron sobre la principal carretera del valle del río Nera que comunica a pueblos de las montañas.

Ambos sismos se sintieron hasta en la periferia de Nápoles, más de 250 kilómetros al sur del epicentro. En Roma cayó mampostería de algunos edificios.

La histórica iglesia rural del Siglo XV en San Salvatore in Campo, en la región de Umbria, colapsó y la mayoría de las precarias estructuras en Amatrice, el pueblo más afectado por el temblor de agosto, resultaron dañadas, pero no hubo heridos.