Según indicó la fiscal Ana María Caro, a cargo de la instrucción judicial, se dispuso la realización de una autopsia para determinar la causa de la muerte y de la que acaban de conocerse los primeros resultados.

Según los informes pudo precisarse que el nene tenía alrededor de tres años y que no fue asesinado o arrastrado por animales hasta el lugar donde se halló el cuerpo.​

Entre los detalles más macabros del hallazgo se determinó que el cuerpo había sido abierto y extraídos los órganos, además de amputadas sus extremidades.

Surge de la operación de autopsia que la pequeña víctima tenía suturado el cuero cabelludo, la calota (tapa craneal) reubicada y en su interior tampoco se hallaba el cerebro.

Los peritos forenses de la Policía Científica examinaron un cuerpo que, evidentemente, había sido intervenido de manera quirúrgica, lo que agrega una dosis de desconcierto a la investigación criminal.

Al momento no pudo detectarse el sexo ya que fueron arrancados los genitales de la víctima, a la que le fueron también arrancadas las piezas dentales, se cree que para que no pueda ser identificada.

Los investigadores no descartan ninguna hipótesis, ni siquiera que -a pesar de la dificultad que conllevaría- el hecho esté vinculado al tráfico de órganos. Sin embargo otra línea de investigación apunta a que pudo ser usado como una pequeña "mula", para transportar droga.

Personal de Policía Científica trabajó en el lugar para buscar pruebas recolectando elementos que pudieran indicar las causales del fallecimiento, pero sin resultados determinantes.

Fuentes judiciales y policiales indicaron que no hay ninguna denuncia por averiguación de paradero de un niño de esas características, lo que complica el seguimiento de pistas para establecer su identidad.