Lousteau presentó ayer al presidente Mauricio Macri su renuncia como embajador argentino en Estados Unidos, a poco de haber regresado al país desde Washington tras 15 meses en el cargo, y con miras a participar activamente de los comicios legislativos en la ciudad de Buenos Aires desde el espacio ECO y con el respaldo del radicalismo porteño.

Macri recibió a Lousteau a la tarde, según deslizaron en la Casa Rosada, marco en el cual se habría definido la renuncia. Todavía no está decidido quién ocupar la embajada en Washington.

Lousteau postergó muchas veces la decisión, pero luego de una reciente nota de opinión en la que criticó al gobierno nacional frente al caso del Correo Argentino SA y al conflicto docente, su alejamiento de la embajada había entrado en una cuenta regresiva.

La otra causa fundamental de su salida tiene que ver con la negativa del PRO porteño, conducido por el jefe de Gobierno, Horacio Rodríguez Larreta, a conformar Cambiemos en la Capital Federal y, de ese modo, posibilitar que en las Paso la UCR y ECO propusieran a Lousteau como candidato, ya sea a diputado nacional o a legislador por ese distrito electoral.

Si bien el propio Lousteau todavía no confirmó si será candidato en las legislativas con un frente propio, secundado por el radicalismo porteño, su renuncia representa un doble dolor de cabeza para el gobierno: no sólo le complica la pelea electoral en su distrito más fuerte sino que le abre una vacante en un puesto sensible para la política exterior.

Es que en el Ejecutivo esperaban confirmar en las próximas semanas el primer cara a cara entre Macri y el presidente estadounidense, Donald Trump, a fines de abril.

Asimismo, la renuncia de Lousteau sorprendió a los legisladores porteños del bloque Suma , donde optaron por guardar silencio y no realizar análisis hasta hoy, cuando mantendrán una reunión con el ahora ex diplomático.

final. Martín Lousteau se desempeñó 15 meses como embajador.